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La labor sanitaria de los buitres para mantener saludables los ecosistemas






Artículo publicado en El Diario Montañés--> aquí.


Majestuosos prospectores alados que velan por la sanidad del entorno. Los buitres son perfectos aliados para mantener la salud de los espacios. Hay quienes los tienen manía por asociarlos a la muerte, a la carroña y putrefacción. Pero si lo miramos de otro modo, son quienes preparan el escenario para que vuelva la vida.


El buitre es un animal popularmente conocido. Senderistas y habitantes de los pueblos ven su inconfundible silueta surcando los cielos de Cantabria. El buitre común o leonado, que es el que se suele avistar en nuestra región, es un 'bicharraco' inconfundible en torno a 2,5 metros de envergadura y un peso de 6 a 11 kilos por lo general. Los ejemplares adultos tienen su cabeza y cuello recubiertos de un plumaje blanco muy corto, al final poseen una 'bufanda o collar' de plumas más largas. El plumaje del resto del cuerpo es de color pardo claro, aunque las plumas primarias de las alas y las plumas de la cola son de color negro. Los ejemplares adultos se caracterizan por tener el pico blanco marfil. Los buitres jóvenes lo tienen más oscuro porque nacen con el pico negro y a medida que se van desarrollando alcanza la tonalidad clara cuando llegan a la madurez.






Ejemplar joven de buitre leonado / NATALIA MAGDALENA GONZÁLEZ-CUEVAS


Esta ave ha sido víctima del uso de veneno, cazado por considerarse alimaña y repudiado por algunos colectivos que no han dado valor a su importante función en la cadena trófica. El estatus actual de conservación del buitre leonado, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se sitúa en Preocupación Menor. La mortalidad por actividades del hombre se centra sobre todo por la colisión con turbinas eólicas, veneno (aunque en menor medidas que hace años), colisión con tendidos eléctricos y por el uso veterinario de un fármaco utilizado en ganado, que puede resultar letal para los buitres, ya que estos lo ingieren cuando comen las carroñas de reses ganaderas.


Pese a todo, en la Península Ibérica está actualmente ampliamente distribuido, aunque hay áreas en las que no se encuentra. En Cantabria, 749 parejas, según el último censo realizado por Seo/BirdLife. En España, de 31.000 a 37.000 parejas reproductoras. Estos datos contrastan, de manera positiva, con los primeros censos una vez que se prohibieron las Juntas Provinciales de Extinción de Animales Dañinos y Protección a la Caza (conocidas también como Juntas de Rxtinción de Alimañas), la época negra para toda la fauna ibérica, donde muchas especies estuvieron al borde de la extinción por la mala praxis de gestión del ser humano con el medio ambiente.





Momentos previos a una carroñada / NATALIA MAGDALENA GONZÁLEZ-CUEVAS


Como mencionaba, el buitre leonado se alimenta de carroña de ungulados salvajes y también de animales domésticos como el ganado. En los últimos años se ha producido mucha polémica en cuanto a presuntos ataques de buitres a animales vivos, concretamente a crías que están naciendo. El momento del parto siempre ha sido una situación de vulnerabilidad tanto para la madre como para la cría, pero en la última década parecen haber aumentado, según medios de comunicación y testimonios de ganaderos.

Sin embargo, también se ha aprovechado para atribuir a los buitres comportamientos de depredación y una peligrosidad hacia el humano que está completamente infundada y sin pruebas verificables. La gestión de las carroñas en los montes, los muladares y en general las actividades humanas han influido de alguna manera en la forma de alimentación de estos animales que son carroñeros.


Con las primeras luces el buitre común o leonado alza el vuelo aprovechando las corrientes térmicas y comienza a prospectar su área de influencia. Buscan indicios de alguna carroña, ayudándose de urracas, cuervos, cornejas… Otros prospectores más pequeños que les sirven de avisadores de cadáveres. Estos modestos amigos comienzan a comer las zonas blandas, pero tendrán que esperar a la llegada del gran alado para que su pico ganchudo rompa los tejidos y desgarre la carne.


Cuando el primer buitre detecta la carroña prepara su tren de aterrizaje y hace un efecto llamada al resto de compañeros que se encuentren en kilómetros a la redonda, tienen una vista formidable. Una vez tomadas las posiciones previas alrededor de la carroña y comprobado que no existe peligro un valiente decide dar comienzo al festín y a los escasos segundos todos se tiran a la vez sobre el cuerpo. Una fiesta de vísceras que desaparecen en pocos minutos. Al término, cuervos, cornejas, urracas acuden a comer pequeños restos que hayan quedado. Y así es cómo todo el escenario queda limpio y listo para la vida.




Buitres en plena carroñada / NATALIA MAGDALENA GONZÁLEZ-CUEVAS


¿Por qué se resalta su labor sanitaria en los ecosistemas? El buitre come los cuerpos en descomposición evitando que se propaguen enfermedades, limpiando el escenario de posibles contagios del animal muerto con especies vivas. Por ejemplo, un ciervo que muere por tuberculosis es un campo de contagio para otras especies; sin embargo, el buitre ingiere la carroña eliminando esa posibilidad de contagio en cadena que puede suponer que un jabalí coma un animal tuberculoso y a continuación se lo transmita a otros animales susceptibles de contagio, entre los que se encuentra el ganado vacuno.


¿Dónde ver buitre leonado en Cantabria?


Los buitres leonados en Cantabria se pueden avistar con relativa facilidad en lugares como Monte Candina (Liendo), única buitrera en acantilado marino de toda la Unión Europea. La playa Arenal de Sonabia puede ser un buen lugar para la observación de los ejemplares que se encuentran en Candina. Otro punto de avistamiento es el mirador de Santa Catalina en Cicera (Peñarrubia), el mirador de los túneles de Dobres (Liébana) y desde el mirador del Puerto de Alisas (entre La Cavada y Arredondo). Durante nuestras observaciones podemos ver en los acantilados y desfilaros grandes manchurrones blancos que pueden indicarnos donde acostumbran a posarse estas bellas aves o donde tienen su nido.


Y sólo los más afortunados, quizá puedan ver al formidable buitre negro en los meses primaverales, este monje alado, muchísimo más escaso que el leonado, es la rapaz más grande de Europa, una de las aves más voluminosas de las que existen en el planeta, según cita Seo/Birdlife.



Buitre negro / NATALIA MAGDALENA GONZÁLEZ-CUEVAS


La coexitencia entre las actividades antrópicas y la fauna que frecuenta esos entornos a menudo generan controversia, pero no debemos olvidar que nosotros también ocupamos su hábitat y que debemos respetar y preservar la naturaleza.


-Cantabria es rica en ecosistemas y biodiversidad. Conozcámosla y cuidemos nuestro patrimonio natural-.


Artículo publicado en El Diario Montañés--> aquí.


































































































































































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