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Foto del escritorNatalia Magdalena González-Cuevas

Las orcas: ni ballenas ni asesinas


Foto: José Juan Díaz.


En los últimos dos meses de verano, distintos medios de comunicación y plataformas sociales se han hecho eco de repetidas interacciones en espacio tiempo de un grupo de orcas con veleros. Estos encuentros con orcas en algunos casos hay quien los ha calificado como ataques a embarcaciones y se ha colgado en las redes sociales, donde enseguida se ha viralizado la noticia. No han tardado en aparecer las voces de alarma que además han aprovechado ese otro nombre por el que son conocidas las orcas ‘ballenas asesinas’.

La orca no es una ballena asesina. Probablemente, la confusión venga de una traducción errónea porque en inglés se las denomina killer whale. El nombre de killer whale se remonta al siglo XIX. Los balleneros que salían a la caza de ballenas veían cómo las orcas se alimentaban de crías de ballenas, ballenatos, y las empezaron a llamar ‘asesinas de ballenas’ killer whale, que en su traducción al castellano se quedó en ‘ballena asesina’.

Por lo tanto, las orcas no son ni ballenas, porque pertenecen a la familia de los delfines; ni asesinas, éstas depredan como instinto de supervivencia para alimentarse. La literatura con sus increíbles historias de pescadores, personajes de mar y sus interacciones con ballenas y delfines también han ayudado a que se haya alimentado esta noticia, dándole quizá algunos tintes fantasiosos y no acordes con los estudios científicos de esta especie. Esto es algo muy común, ocurre con el oso, el lobo, el murciélago… La imaginación es infinita y hay muchas historias fantásticas donde los animales son sus protagonistas, pero no se suele corresponder con el comportamiento real de esa especie mencionada.

Los encuentros con orcas pueden ser considerados como avistamientos o interacciones. Este último tipo corresponde a animales que interactúan con embarcaciones.

Desde el 10 de agosto se empezaron a registrar orcas en paso por la costa de Galicia y el 19 de agosto se detectaron un total de 13 ejemplares de orcas repartidos en tres grupos en toda la costa de Galicia, realizando interacciones con barcos. Los barcos con los que han interaccionado se están inspeccionando para poder esclarecer cómo ocurrieron esas incidencias o si hay alguna señal de contacto físico de los animales con la embarcación.

Lo que ha ocurrido este verano es un hecho insólito, porque no hay registro de interacciones tan recurrentes en un espacio tiempo tan reducido. El grupo de trabajo internacional de expertos en cetáceos y administraciones competentes en el conocimiento de las orcas están realizando un gran esfuerzo para analizar estos hechos y brindar información contrastada sobre causas y soluciones. Estos expertos comentan que estos encuentros de orcas y embarcaciones son protagonizados por unos pocos juveniles de orca que desarrollan su clásica interacción de comportamiento curioso lo que ha derivado en roturas en el timón de los barcos y otras partes móviles.

En ningún caso, se puede hablar de ataque porque no hay absolutamente ningún indicio que así lo demuestre. De hecho, una de las expertas de este grupo de trabajo internacional, Ruth Esteban (Doctora en Ciencias del Mar por la Universidad de Cádiz), ha manifestado que en el histórico de interacciones en otras partes del mundo hay recogidos al menos dos casos con veleros en los que la vía de agua que las orcas abrieron fue tan grande que llegaron a hundir el barco, pero en ninguno de estos casos las orcas se acercaron a ellos cuando la tripulación saltó al agua o salió en balsa salvavidas, así que las orcas no supusieron un peligro para el hombre.

Esto no significa que las orcas sean como el protagonista de la película liberad a Willy… Todo animal salvaje tiene su hábitat y un comportamiento desconocido por muchos de nosotros, por lo que jamás se debe ir al encuentro de ningún animal salvaje a no ser que se vaya con empresas de turismo de naturaleza avaladas. Debemos entender que no podemos irrumpir en la vida de la fauna salvaje, sino que tenemos que intentar observarlos sin interacción y con la distancia de seguridad para su bienestar y nuestro bienestar.

En el caso que ocupa este artículo, la orca es una especie protegida y las orcas involucradas en las interacciones mencionadas pertenecen a una subpoblación con su propio plan de conservación en España y que recientemente fue declarada en peligro crítico de extinción por la lista roja de especies de la UICN.

Gracias al grupo de trabajo, la ONG CEMMA, Salvamento Marítimo y otras autoridades se ha establecido una coordinación para atención en casos de interacción.

Respetemos los océanos y a sus habitantes.

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